¿Quienes somos?

Allá por 1984, cuando nació nuestra organización, varias secciones sindicales de la CGT alcanzaron buenos resultados en empresas de la automoción. Con ello, se consolidó la presencia de nuestro sindicato dentro del sector del metal, y por ende, dentro de la CGT.

Han pasado 30 años y la FESIM es hoy un ente con una trayectoria viva y activa en la Confederación.

Hemos de resaltar la aportación de cientos de compañeros y compañeras que han pasado por los SP de los diferentes sindicatos del metal. Sobre todo a aquellos que como Isidoro Guaita, José Luis González Arias o Paco Selas comenzaron, casi en solitario, a organizar, administrar y dinamizar los sindicatos del metal de sus respectivas zonas donde se implantaron.

Desde hace unos quince años, más compañeros y compañeras nos hemos implicado en el trabajo de la Federación consolidando los últimos SP y funcionando de manera más dinámica y organizada. Las plenarias y las reuniones de coordinadoras se han sucedido con debates cada vez más implicados en la realidad de los metalúrgicos/as de la CGT.

Por decisión del último pleno, celebrado en Ruesta, trabajamos para estar más implicados, potenciando nuestra presencia en tres ámbitos subsectoriales: Industria del automóvil, Industria aeronáutica y Mantenimiento de grandes instalaciones.

El metal está siendo un sector demostrativo de la realidad de esta estafa capitalista que ellos llaman crisis. Los datos de los últimos años muestran que mientras el número de empresas y trabajadores/as sigue reduciéndose de manera continuada, las cifras de facturación y beneficios de las empresas se han colocado por encima de las de 2005.  Esta es la realidad de la crisis.

Las plantillas del metal sufren cada día la agresión de una patronal que revienta los convenios para eliminar cualquier regulación laboral, que persigue a quien coge una baja médica, provocando así empeoramientos de la salud, aplica métodos de trabajo agotadores, jornadas de trabajo a la carta que rompen cualquier posibilidad de conciliación y desarrollo personal, todo ello, con la cooperación necesaria de sindicatos oficialistas y amarillos, que han aceptado la sumisión a la patronal.

Desde la FESIM tenemos claro que defendernos de esta situación pasa por la unidad de todos los metalúrgicos y metalúrgicas, y dentro de la CGT, coordinando los sectores que tienen una misma situación y proponiendo movilizaciones en cuantas empresas podamos al mismo tiempo.

Constatamos que nuestras secciones sindicales se enfrentan diariamente a las empresas, y que son ejemplo de honestidad y coherencia.

En línea de nuestro trabajo de expansión, información y coordinación, el SP de la FESIM llama continuamente a todas las secciones sindicales a informar tanto de los ataques de la patronal como de las respuestas que estamos dando, y su página web, ha reverdecido con las decenas de publicaciones que se envían desde prácticamente todas las secciones sindicales donde estamos presentes.

A nivel confederal la FESIM aporta propuestas concretas, tanto en el ámbito del metal, como trasladables al conjunto de la CGT. Así las marchas a Madrid realizadas por toda la CGT en 2011, la campaña de en defensa de las mutuas del año 2019 o la actual campaña por la aplicación de coeficientes reductores en la edad de jubilación, fueron propuestas desde el debate y acuerdos de la FESIM; porque entendemos que la lucha de un sector de la CGT es la lucha de todos y todas.

Sabemos que son muchos los motivos para salir a la calle y a veces pocas las fuerzas, pero la FESIM siempre ha apostado por ayudar, participar y movilizar tanto en las empresas como en la calle. Ese es el papel del anarcosindicalismo y así lo intentamos conjugar en la FESIM.

Una de las acciones más llamativas y con más repercusión mediática que se han realizado desde la FESIM en los últimos años, ha sido nuestra presencia en forma de protesta ante los salones del auto que se han celebrado en Barcelona. Tanto en 2011 como en años posteriores, la FESIM ha protestado ante este salón, donde se gastan ingentes cantidades de dinero, mientras los trabajadores del sector se ven cada vez más y mas mermados de derechos, salarios, estabilidad laboral…etc.

En la CGT llevamos muchos años siendo una alternativa real para los metalúrgicos y metalúrgicas, y debemos seguir siendo la referencia en cuanto al enfrentamiento de clase contra las empresas se refiere. Muchas de esas empresas, son multinacionales con mucho poder, que se unen y pactan con los sindicatos mayoritarios y los sindicatos amarillos constituidos con el apoyo de la patronal para terminar con los derechos conquistados tiempos atrás a base de lucha y de resistencia frente al gobierno y las empresas.

Esos sindicatos, se apoyan en una población trabajadora a la que han adormecido y han hecho asumir el chantaje de esta crisis, aceptando el: “ser sumisos y perder derechos, porque en el paro se está peor”; llevando con su sindicalismo reformista y colaboracionista con el sistema, a una clase trabajadora desideologizada y desmotivada.

Pero las ideas de cambio y de revolución están ahí, en miles de afiliados/as, decenas de miles de personas que confían en la CGT votándonos, en los territorios donde estamos implantados Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Navarra, País Vasco o Valencia.

Nuestros afiliados demuestran su compromiso no sólo con unas siglas, cada vez más con el ideario anarcosindicalista que representa la CGT, muchas veces en contraposición con el ideario de donde procedían y se desengañaron. La tarea no es fácil, pero nos sobra la convicción de que somos necesarios para la clase trabajadora y trabajamos para ser un referente dentro y fuera de nuestras empresas, en definitiva para construir un futuro más igualitario, digno y libertario.