FRENTE A LA AMENAZA DE NUESTRAS CAPACIDADES INDUSTRIALES (Coordinadora de CGT en EADS Airbus)

Somos conscientes del ataque que, ya no como empresa, sino como trabajadores estamos sufriendo, con el claro objetivo de denostar la tarea que todos realizamos: ¿con que interés? Esta amenaza, desde lo que CGT entiende, no proviene de las manifestaciones más o menos acertadas de algún alto responsable, sino de lo que día a día vivimos. La amenaza se sustenta por el cambio de un sistema de organización industrial que prioriza la productividad frente a todo lo demás.
La búsqueda de esta rentabilidad productiva condiciona nuestra actual realidad:

  • Factor de amenaza 1: Costes bajos, máximos beneficios.
    Procesos de los que somos dueños y no controlamos. El objetivo es recepcionar o diseñar el producto al menor coste. Hay líneas de negocio que actualmente tienen subcontratado más del 50%.
  • Factor de amenaza 2: Baja calidad, entregas rápidas.
    Lo prioritario para la multinacional es la producción y las entregas (Lean Manufacturing). El aumento de la cadencia de entrega de los productos de todas las divisiones se ha basado en “relajar” los requerimientos de nuestra calidad.
  • Factor de amenaza 3: Las relaciones laborales son un instrumento de bajada de costes y reducción de tiempos.
    La relación entre empleados y responsables se ha convertido en laboratorio de facturación. El objetivo único es sacar el producto.
  • Factor de amenaza 4: La precariedad laboral.
    El valor añadido que siempre supuso contar con el mejor personal, se descuida intencionadamente. Importa más el coste laboral que invertir en profesionales de futuro. La entrada en esta empresa cada vez depende menos del mérito y la capacidad, y más del coste del contrato. Y la puesta en marcha de la bolsa temporal de empleo, Empresas de trabajo temporal y de Becas, en lugar de contratos estables, tiene inevitablemente una influencia negativa en el producto.
    Estos son los factores que ponen en riesgo los más de 90 años de trabajo aeronáutico en este país.
    Con esto afirmamos que la industria nacional no está amenazada por las palabras de un “gerifalte” sino por lo relatado.

Hay propuestas para tornar esta situación. Ya te lo hemos dicho antes muchas veces.

  1. Aunque te pueda parecer utópico, es necesario recuperar mucho trabajo subcontratado para controlar óptimamente los procesos.
  2. Hay que cuestionarse los tiempos de producción y entregas. El control de calidad debe volver a los estándares de lo que éramos antes: una empresa extremadamente fiable, frente a lo que ahora somos, una empresa “segura”.
  3. En la relación entre empleados y responsables hay que introducir otros factores que no sean sólo económicos. Hay que hablar de técnica, no sólo de euros.
  4. Esta empresa debe apostar de verdad por potenciar e implementar la formación profesional reglada y por la creación de escuelas propias de aprendizaje, dónde se prime el mérito y la igualdad de oportunidades. En cuanto al personal técnico, esta empresa debe entender que debe volver a invertir en grandes profesionales, desde el primer momento y sin cortapisas económicas. Es nuestro futuro.
    Creemos que es el momento de que se asuman responsabilidades en las decisiones tomadas en los últimos años y en la manera en que se está implantando un modelo empresarial que debe hacer permanente autocrítica si pretende ser el mejor entre los mejores.
    Venimos asistiendo al éxito de los inversores y especuladores en Bolsa. No deberían ser ellos quienes dirijan una empresa de estas características como viene sucediendo, mientras la empresa mide sus éxitos por la subida de las acciones o los repartos de beneficios. Esto es un error en un negocio tan potente y tan frágil a la vez, como es la aeronáutica.

15 junio 2015
Salud y Rebeldía.

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