SEGURIDAD Y SALUD (CGT Airbus)

Madrid, 4 de febrero de 2021

Tras una semana intensa de comunicados de todos los sindicatos hablando de salud laboral, el único que faltaba era el de CGT.

Vamos a ello, aunque éste os anticipamos, será diferente.

En primer lugar, queremos decir que la sensación que se puede tener después de leer los diferentes comunicados es, que los sindicatos se sienten en la obligación de sacar cada uno su propio comunicado porque alguno ya lo ha hecho y el otro también quiere parte de ese protagonismo. Leyéndolos todos y cada uno de ellos, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la parte que se habla exclusivamente de salud laboral en dichos comunicados es suscrita por todos los sindicatos. Sin embargo, no todos los comunicados son iguales. En alguno se incluye la misma mención de siempre cuando se quiere culpar o criminalizar a alguna organización, la famosa “unidad sindical”. Y es que, una vez más parece que sienta mal que se pueda decir abiertamente lo que se opina si no pasa previamente por el filtro de los mismos de siempre. No, el que algún sindicato publique opiniones o proponga medidas, no rompe la unidad sindical, y no la rompe porque precisamente en el fondo, que es intentar que la dirección implemente medidas de seguridad más contundentes, estamos todos de acuerdo.

En segundo lugar, y para que todo el mundo sea consciente de lo que verdaderamente sucede en los foros de salud laboral cuando se trata el problema del Covid, (y no solo el Covid) vamos a daros nuestra visión:

Desde que empezó todo esto, allá por el mes de marzo de 2020, la dirección ha hecho lo que le ha dado la gana, y en muy poquitas ocasiones ha tenido en cuenta lo que la parte social le hemos transmitido. Prueba de ello son las numerosas decisiones unilaterales que la dirección ha tomado y así ha trasladado a la plantilla.

La gestión de los primeros días durante aquel mes de marzo fue verdaderamente lamentable y vergonzosa. La dirección mostró no tener los más mínimos escrúpulos a la hora de presionar a la plantilla para que acudiesen a sus puestos de trabajo, con un número altísimo de contagios en las plantas y aun sabiendo que no se cumplían con las normas y recomendaciones que en aquellos momentos estaban vigentes por las autoridades sanitarias. Se tuvo que acudir a la inspección de trabajo y nos dio la razón.

Todas las medidas que, por sentido común, no porque fuésemos iluminados los y las delegadas de prevención, les reclamamos, no fueron implementadas hasta que le vinieron impuestas o bien por inspección de trabajo, o bien desde Toulouse.

Conforme fueron pasando los meses y los contagios fueron disminuyendo, a nivel tanto de plantas como a nivel nacional, las medidas de seguridad implementadas se fueron relajando. Y posteriormente cuando ha vuelto a aumentar la virulencia de esta pandemia, la parte social hemos pedido que la empresa se anticipe implementando medidas organizativas más contundentes que puedan evitar algo parecido o peor de lo que ha sucedido en Hamburgo, con 500 trabajadores en cuarentena. Sin embargo, aunque los casos positivos vayan aumentando, la empresa no ha movido un dedo excepto para hacer obligatorio el uso de mascarilla en oficinas y promover rondas de vigilancia por las oficinas, de repartir mascarillas FFP2, hacer cribado de grupos con positivos o sospechosos o detectar posibles asintomáticos, de instalar más difusores, de promover el trabajo en remoto a tiempo completo incluso para las subcontratadas, etc…, de eso la dirección no quiere ni oírlo.

No se puede entender que con una tasa de incidencia en la Comunidad de Madrid que roza los 1000 casos por cada 100.000 habitantes, la empresa no implemente de manera generalizada el trabajo desde casa para quien pueda, sin tener que acudir de manera obligada dos días al centro. Y este, es solo un ejemplo.

Lo peor es, que al igual que a la sociedad nos han hecho normalizar que se puedan registrar más de 700 muertes por Coronavirus en un solo día, aquí se normaliza que hay que asumir el riesgo de no tomar ciertas decisiones que puedan evitar una situación grave. Sería lamentable que la dirección actuase cuando ya no hubiese remedio o cuando un estamento superior se lo imponga.

Por nuestra parte, no nos cansaremos de seguir reclamando todas aquellas medidas que consideremos necesarias, además de denunciar todas aquellas posibles medidas que consideremos tengan que cumplir y no lo hagan.

Salud y Acierto