Durante la mañana de ayer la negociación giró en torno a la flexibilidad y la Bolsa de Horas colectiva (BHC). Desde la Representación de los Trabajadores (R.T) trasladamos a la Representación de la Empresa (R.E), toda una batería de puntos encaminados a corregir los abusos e ilegalidades que hemos detectado en la aplicación del reglamento de la BHC. CGT, aunque no somos firmantes de ese reglamento al considerar que no cumple con el objetivo para el que fue diseñado (evitar la aplicación de ERTE´s) y que es, además, una herramienta de flexibilidad que sólo beneficia a la empresa, hemos reivindicado junto con el resto de organizaciones, una serie de mejoras encaminadas a evitar abusos por parte de las fábricas. La R.E, desde un primer momento, negó que existiesen dichos abusos, no queriendo reconocer el malestar existente entre la plantilla. Finalmente accedió a asumir parte de nuestras reivindicaciones; eso sí, ninguna de ellas le supone costes económicos, al tratarse únicamente de correcciones de carácter organizativo. Las cuestiones de mayor calado en relación a la flexibilidad (trabajo en sábados tarde, eliminación total del plus de modificación de la demanda, flexibilidad horaria diaria) no han sido retiradas, de momento.
Con respeto al bloque de “Movilidad”, los más destacable fue el compromiso adoptado por la R.E de autorizar 60 permutas al año entre Valladolid y Palencia, o Palencia y Valladolid, bidireccionales (un trabajador permuta por otro) o unidireccionales (sólo se mueve a un trabajador), de manera voluntaria y en los casos en los que el centro de trabajo no se corresponda con la localidad donde reside (trabajadores de Valladolid que viven en Palencia y viceversa). Esto supone 240 movilidades durante la vigencia del convenio. La noticia aparentemente es buena; llevamos décadas reivindicando este derecho y por fin la Dirección de la Empresa ha accedido, ¡pero cuidado!. Desde CGT hemos defendido que los criterios de selección de los trasladados sean TOTALMENTE OBJETIVOS, para no dar lugar a abusos, discriminaciones, y que este logro sea utilizado por la dirección de las fábricas como herramienta de premio o de castigo (si colaboras, te permito marcharte… si me caes mal, te quedas aquí por los restos… si considero que eres imprescindible porque me sacas las castañas del fuego, te voy a tener a mi lado hasta que me jubile, etc…).
CGT queremos evitar que ese tipo de situaciones se produzcan, por lo que hemos propuesto al resto de organizaciones desarrollar bien el protocolo de esta movilidad y que siempre esté ajustada a criterios totalmente neutrales y objetivos. Para nosotros es más importante el cómo, que el cuánto; no queremos que una reivindicación histórica se acabe convirtiendo en un nuevo mecanismo de discriminación o coacción. Entendemos que cualquier mejora que se pueda conseguir es susceptible de convertirse en un completo despropósito si no se establecen y definen previamente las “reglas del juego”. La Dirección de la Empresa, al parecer, no comparte esta filosofía, y lo puso de manifiesto con una última intervención totalmente fuera de lugar en la que intentó ningunear a quienes planteábamos esos postulados.
5 de febrero de 2021