Los anarcosindicalistas inciden en que el cierre y las indemnizaciones no solucionarán el futuro de miles de personas trabajadoras y las de sus familias, en un país donde la única apuesta económica de los Gobiernos es la hostelería y la restauración
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha presentado en rueda de prensa una campaña sindical contra la deslocalización de las empresas del sector del automóvil, enfocada a la lucha por los puestos de trabajo en multinacionales que lejos de estar en una verdadera crisis por los beneficios que han recaudado en los últimos años, siguen teniendo niveles de producción y venta muy altos.
CGT considera que es necesaria una apuesta desde los Gobiernos por estas empresas, así como un compromiso estatal para obligar a estas importantes multinacionales a respetar no solo los empleos en nuestro país, sino también los derechos en materia laboral y social de quienes prestan sus servicios en ellas. En este sentido, desde CGT FESIM han recalcado que en con la excusa de la pandemia, muchas grandes empresas de la automoción han aprovechado para recortar condiciones laborales a sus plantillas, y lo han hecho justificándose en unas pérdidas económicas que no existen, como demuestra el estudio de la organización anarcosindicalista sobre los beneficios obtenidos por empresas del sector. De este modo, y como ha expuesto Diego Rejón (Coordinador del Auto en CGT), Volkswagen ha logrado 60.000 millones de euros de beneficios en los últimos 5 años, Renault ha tenido 36.000 millones y PSA, entre otros, consiguió 42.000 millones.
CGT no entiende que empresas con estos datos económicos estén utilizando ERTE y ERE para continuar aumentando sus ganancias, a costa de la precariedad, la explotación y el sufrimiento de miles de personas trabajadoras. Es por ello, que desde esta organización sindical se ha puesto énfasis en esta campaña, para demostrar que sí es posible, con voluntad, encontrar una solución a esta situación.
Por otra parte, y como ha comentado Rejón durante la rueda de prensa, la unidad de los sindicatos en estas grandes empresas facilita encontrar pronto una solución que no pase por el despido y la indemnización del trabajador o la trabajadora, y un ejemplo claro ha sido NISSAN. Para CGT, la defensa del puesto de trabajo tiene que ser lo primordial, y los sindicatos tienen que garantizar que lucharan contra la destrucción de empleo.
En palabras de Diego Rejón, “es muy peligroso que nos acostumbremos o aceptemos como sociedad el mensaje de que aquí, en este país, la situación es la que tenemos y que no puede revertirse, que no se puede hacer otra cosa cuando una gran empresa decide desmantelar una planta productiva y marcharse, dejando a miles de personas en el paro”.
En cuanto a la situación que se ha estado padeciendo en el sector, el Sº Gral. de CGT FESIM, Miguel Fadrique, ha explicado que han podido comprobar que la peor parte se la están llevando las subcontratas y proveedoras de estas grandes multinacionales, que a su vez tienen plantillas más reducidas y estas soportan unas peores condiciones laborales, pero que sin embargo son esenciales para el funcionamiento de las primeras. Para Fadrique, “esto es la consecuencia directa de unas políticas determinadas de contratación por parte de grandes multinacionales. Hay miles y miles de puestos de trabajo en juego y que están sufriendo un duro golpe en estos momentos, debido también a la crisis pandémica que soportamos desde hace poco más de un año, pero en absoluto el mundo del automóvil está en una crisis como pretenden hacernos creer”.