El pasado 15 de septiembre fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el nuevo convenio colectivo para Renault España S.A. La Dirección de la Empresa, en esta ocasión, ha decidido no distribuir el texto en papel a la mayor parte de la plantilla. En su lugar, lo hará por medios digitales. CGT, pese a no ser firmantes de este convenio 2021-2024, queremos presentaros el texto que regulará nuestra relación laboral durante los próximos cuatro años. Pero primero, nos gustaría recordar cómo ha sido este “extraño” proceso de negociación y analizar sus futuras consecuencias.
Nuestro convenio colectivo interprovincial expiraba el 31 de diciembre de 2020. Durante el transcurso de ese año tan atípico por causa de la pandemia y la situación del sector del automóvil, la sensación que teníamos la mayor parte de las organizaciones sindicales en Renault España era que se iba a producir una prórroga de dicho texto (contemplada en el propio redactado del convenio) para 2021, a la espera de que “escampase”. Sin embargo, CC.OO, movidos por alguna fuerza que desconocemos (pero intuimos), convocó a los plenos de los comités de empresa de los diferentes centros de trabajo con el objeto de instarnos a ser la Representación de los Trabajadores quienes procediésemos a iniciar el proceso de denuncia del convenio colectivo y así poner en marcha la negociación de uno nuevo. El primer error por parte de CC.OO fue que esos órganos de representación no están legitimados para tomar esa decisión, esa es una tarea, en todo caso, que corresponde al Comité Intercentros. El segundo error fue que, tras un año sin hablar de esa cuestión, pretendían que el resto de organizaciones nos posicionásemos sin margen para poder debatir internamente (nos convocaron un par de días antes de que finalizase el plazo de denuncia). Lógicamente, ninguna sección sindical se manifestó favorablemente ante la idea de constituir la comisión negociadora. Esto sucedió un viernes; ante ese fracaso, la Dirección de la Empresa cogió el testigo de CC.OO y el lunes inició los trámites ella misma.
Una vez constituida la Comisión Negociadora, y durante un tiempo, todo discurrió dentro de la normalidad: cada organización presentó su plataforma reivindicativa ante las demás. En el caso de CGT, abrimos un correo electrónico al que muchas trabajadoras y trabajadores nos enviaron sus propuestas, que fueron estudiadas e incluidas en nuestra plataforma. Tras varias reuniones, conseguimos consensuar una plataforma unificada con el reto de sindicatos. La primera condición para comenzar a negociar era que la Dirección de la Empresa desvelase el futuro de las factorías de Renault en España. Al comunicarnos que no disponía de esa información, todos los sindicatos nos levantamos de la mesa de negociación y le respondimos que cuando tuviese algo que contarnos, estaríamos en disposición de hablar; mientras tanto, no había nada que negociar.
Hicimos lo correcto, pero un mes después, el CEO del Grupo Renault (Luca de Meo), expuso los planes de la compañía para los próximos años pero no desveló el futuro de Renault España. La Dirección de la Empresa nos convocó para negociar y UGT, CC.OO y SCP mostraron su disposición. La situación era la misma que hacía un mes y, sin consultar con el resto, accedieron a sentarse en la mesa de negociación. Aunque la unidad comenzaba a resquebrajarse, CGT nos mantuvimos fieles a nuestro compromiso y continuamos participando en la Comisión Negociadora. Durante las siguientes semanas comenzaron a dejar por el camino la mayor parte de los puntos que figuraban en la plataforma conjunta y se sacaron otros nuevos de la chistera sin consultarlo previamente con nadie, lo que provocó aplausos y alabanzas por parte de la Dirección. Finalmente, el martes 16 de febrero, en un abrir y cerrar de ojos aceptaron, entre otras cosas:
CONGELACIÓN SALARIAL. Para los años 2021 y 2022. Precisamente, para estos dos años es para los que se prevé un mayor incremento de precios. Algunos analistas vaticinaban subidas de IPC por encima incluso del 4%, pero la realidad puede ser mucho más cruda con el incremento del precio de la energía y de las materias primas. Estamos ante un escenario en el que la congelación salarial puede producir una pérdida de poder adquisitivo sin precedentes. Si en multitud de ocasiones hemos explicado el retroceso en materia salarial que hemos sufrido la plantilla de Renault España en los últimos años, con una subida del IPC de casi el 30% desde 2004, lo que está por venir va a ser muy duro.
BLANQUEAMIENTO DE LOS CONTRATOS EN FRAUDE DE LEY. Este aspecto lo consideramos extremadamente grave, por todo lo que conlleva. Tras años luchando CGT en los Tribunales contra la manera de proceder de Renault España a la hora de formalizar contratos de duración determinada y después de demostrar que, prácticamente la totalidad de estos, se encuentran en esa situación (3.500 contratos eventuales al inicio de la negociación), entrar en un mercadeo de cifras hasta llegar al compromiso de tan sólo 1.000 indefinidos, nos pareció absolutamente perverso. No entendemos cómo las organizaciones firmantes no han exigido como nosotros el cumplimiento escrupuloso de la norma. Desde el año 2.000, hasta el momento de la firma del convenio, habían pasado por todas las factorías de Renault España S.A., un total de 41.200 personas, de las que tan sólo 7.050 se han quedado con un contrato indefinido. El resto (34.150), tras haber “disfrutado” en la mayoría de los casos de un contrato en fraude de ley, han sido desechadas.
PRIMA DE CONTRIBUCIÓN INDIVIDUAL. Se trata de un plus por estar sano, parecerlo o simularlo. Lo decimos porque el hecho de premiar a una persona por no sufrir bajas va a provocar que muchos compañeros y compañeras acudan a trabajar en mal estado de salud, (más aún, ante la pésima perspectiva económica que se nos viene encima).
JORNADA ANUAL. La pretensión inicial de todas las organizaciones sindicales, de disminuir las jornadas de trabajo anuales (aunque fuese un número mínimo de días), quedó por el camino. Justo en un momento en el que la previsión de paradas es la que es, con aplicación de semanas enteras de Bolsa/ERTE, un menor número de días de trabajo pactados habría sido lo más sensato. Alguien dirá que los firmantes no podían saber lo que ocurriría después, pero lo cierto es que justo después de las repentinas prisas por firmar el convenio, llegó la ampliación de la bolsa de horas. Inmediatamente después, se aplicó el primer ERTE para Sevilla y semanas después otro para Valladolid y Palencia; después, sus correspondientes prórrogas. Y la situación en la que nos encontramos inmersos en estos días de octubre de 2021, hace indicar que habrá ERTE`s para rato…
CGT nos habíamos quedado, en la recta final, defendiendo en solitario el guion que habíamos consensuado con el resto; estábamos dispuestos a negociar, sí, pero dentro de los parámetros que nos habíamos marcado entre todas las organizaciones sindicales. Finalmente, y tras nuestras correspondientes asambleas, decidimos no firmar el convenio; así lo decidieron nuestras afiliadas y afiliados por unanimidad.
Durante la negociación demostramos qué significan las palabras “compromiso” y “acuerdo”. Hubo momentos en los que nos hubiera gustado salir corriendo de allí, pero actuamos con responsabilidad y coherencia, que es lo que nos piden los compañeros y compañeras que depositaron su confianza en CGT. Pese a tener solamente dos representantes de un total de trece, nuestro peso específico fue considerable y el conjunto de la plantilla tuvo información en cada momento sobre el desarrollo de las negociaciones. Demostramos que nuestras alternativas son viables, que actuamos con honestidad, sin dudas y, sobre todo, lo más importante: NOS LO CREEMOS.
Aquí tenéis el texto del convenio y un último mensaje, compañeras y compañeros: leed, analizad la información, pensad, debatid, (que es gratis). Hay que participar de manera activa en este tipo de procesos, porque CGT sólo somos una herramienta al servicio de la clase trabajadora. Para que la herramienta funcione debe ser utilizada de manera resolutiva y eso comienza por recuperar el espíritu de participación y la conciencia de clase.
